Viernes 8 de abril
En los pasajes de esta semana, Jesús nos demuestra cómo es la verdadera entrega a Dios. A medida que su tiempo en la tierra llega a su fin, se escapa con sus discípulos para orar. Jesús sabe lo que viene y le pregunta a Dios si hay alguna forma de evitar el dolor y el sufrimiento que sabe que va a soportar. Esto no es una cosa fácil para Jesús. Está en verdadera angustia. Sin embargo, se rinde humildemente a su Padre, diciendo: “No se haga mi voluntad, sino la tuya”. Jesús es un verdadero ejemplo para nosotros tanto del dolor como de la belleza de la entrega en tiempos difíciles.
Escrituras para esta semana:
Mateo 26: 36-46; Marcos 14: 32-42; Lucas 22: 39-46
Jesús, nuestro amigo
Lane Greenleaf-Perez (Director de Juventud y Adultos Jóvenes)
Algo profundo que aprecio del corazón de Dios es su disposición a volverse vulnerable como ser humano. A pesar de que Jesús fue creado con una naturaleza todopoderosa, está dispuesto a renunciar a todo eso y experimentar la vida como nosotros. Esto significaba que era capaz de resultar herido físicamente y emocionalmente.
Vemos aquí una imagen de Jesús que está sombreada por el dolor y la tristeza. La imagen que obtenemos en Getsemaní no es la de un Dios poderoso que está en otro lugar. Es alguien como nosotros. Quizás lo que más distingue a Jesús de los dioses paganos del mundo fue que estaba dispuesto a sufrir con y por aquellos que había creado. Esto también nos comunica que nuestra adoración a Dios afecta su corazón. Nuestra gratitud debe traerle placer y nuestra traición debe traerle dolor. Qué amigo que tenemos en Jesús.
Preguntas para reflexionar:
Piense: ¿tiendes a pensar en Dios como alguien que no se ve afectado por ti o por las cosas que suceden en el mundo? ¿Cómo desafía este pasaje su pensamiento o confirma sus pensamientos?
Ore: Hoy, tómese un tiempo para expresar su afecto por Jesús sabiendo que sus palabras le importan. Agradézcale por su disposición a entrar en la experiencia humana en su nombre.
Responda: ¿Qué cambios de mentalidad puedes hacer en tu vida de oración para invitar a la amistad mutua de Dios? ¿Qué actitudes, pensamientos o comportamientos en su vida podrían necesitar cambiar al reconocer que Dios es impactado por usted?