Sábado 2 de abril
A medida que nos acercamos al final de la vida de Jesús en la tierra, nos encontramos con la hermosa historia de Jesús siendo ungido por una mujer en Betania (a quien Juan identifica como María). Esta mujer muestra su amor y adoración a Jesús usando dos cosas preciosas para ungir sus pies: su cabello y un frasco de perfume caro. Cuando otros cuestionan este tratamiento generoso, Jesús les asegura a ella y a los que la rodean que lo que ha hecho es noble y bueno. Esta historia nos recuerda el amor y la adoración debidos al Salvador que lo ha dado todo por nosotros.
Escrituras para esta semana:
Mateo 26: 6-13, Marcos 14: 1-11, Juan 12: 1-11
La maravilla de todo
Lynn Royer (Asistente de recursos)
Cuando miro a los diferentes personajes de este pasaje, me pregunto …
Simón, ¿cómo se sintió al ser conocido como Simón el Leproso? Me pregunto, ¿fue doloroso o emocionante? Obviamente, usted fue sanado o no habría estado en sociedad. Me asombra la emoción de tener a Jesús en tu hogar. Su corazón debe haber estado rebosante de gratitud y acción de gracias mientras se reclinaba en la mesa escuchando a Jesús hablar, simplemente estando en su presencia.
María, me pregunto cómo se sintió ser reprendido por los discípulos y luego Jesús ha venido en tu defensa. Me maravillo de su amor extravagante mientras se derramaba en sacrificio sobre Jesús. Escuchaste con tu corazón y viste con ojos espirituales, pero ¿entendiste las cosas que sucederían? Tu fe llenó de devoción, gratitud y adoración mientras te sentabas a sus pies y lo ungías, me asombra. Le diste todo.
Judas, mi corazón se rompe por ti. Me pregunto cómo pudiste caminar con el Salvador y extrañar completamente quién es. Tus ojos estaban puestos en ti mismo y en lo que había para ti. ¿Sabías que te costaría todo?
Me pregunto…
Preguntas para reflexionar:
Piense: de los personajes de esta historia, ¿con cuál te identificas más? ¿Sobre cuál tienes más preguntas?
Ore: En su tiempo de oración, pídale al Señor que le revele cualquier etiqueta que se le haya pegado que sea inexacta o que haya quedado de su vida anterior. Pídale a Dios que le muestre qué etiquetas tendría para usted.
Responda: A menudo, las personas más cercanas a nosotros son las que nos ponen etiquetas incorrectas. ¿Qué puedes hacer esta semana para animar a las personas en tu vida a aceptar las buenas etiquetas que Dios tiene para ellos?